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El modelo económico actual y la tradición de dependencia en los fondos federales podrían complicarle el panorama al gobierno entrante de Puerto Rico, si éste no tiene un plan para enfrentar los recortes en materia fiscal que se avecinan a nivel nacional de los Estados Unidos. 

El equipo económico del gobernador electo, Alejandro García Padilla, enfrentará grandes retos con el posible corte de fondos federales. (Ángel Valentín/NotiCel Archivo)

Curiosamente, durante la campaña eleccionaria de 2012, los candidatos a Comisionado Residente por los dos partidos de mayoría, centraron gran parte de su discurso en la necesidad de acudir a Washington con el propósito de abogar por mayores fondos federales para Puerto Rico.

Incluso, parte de la propaganda del pasado plebiscito de status planteó un mensaje de igualdad fiscal en relación con el resto de los Estados Unidos de América.

Sin embargo, el panorama en Washington no luce tan alentador y se prevén mayores recortes presupuestarios si no logran superarse las diferencias entre la rama ejecutiva dominada por el Partido Demócrata y la rama legislativa, en particular la Cámara de Representantes con mayoría del Partido Republicano.

“La economía norteamericana enfrenta una situación realmente amenazante para la endeble (débil) recuperación que está experimentando. Va a haber un incremento en los recaudos contributivos de $500 billones que representa un aumento en la tasa general contributiva de 5%. Sabemos que lo que interesa a Obama es que a toda pareja que gane menos $250 mil no se le suban contribuciones, pero sí a quienes ganan más. Pero ese es precisamente el tranque ahora mismo entre el Congreso y la Casa Blanca”, explicó el profesor de Economía en la Universidad de Puerto Rico (UPR) de Río Piedras, Argeo Quiñones.

Según el académico del Departamento de Economía de la UPR, si el comité gubernamental creado bajo el estatuto federal conocido bajo el nombre de “Budget Control Act of 2011” no logra llegar a un acuerdo, se podrían ver aún más recortes presupuestarios a los que ya se han vistos en los últimos años.   

“Ya se está dando un proceso de reducción de presupuesto federal por un total de 2.1 trillones entre el 2012 y el 2021. Eso incluye recortes en defensa y en el área de gasto civil discrecional. Este escenario de aumentar las contribuciones y recortar el gasto podría lanzar la economía norteamericana a una recesión. La pregunta es si el ejecutivo y el legislativo en los Estados Unidos pueden ser capaces de negociar una salida a esta encrucijada”, argumentó Quiñones.

“Bajo ese escenario federal,  Puerto Rico no puede hacer mucho porque esto es legislación existente en el Congreso estadounidense”, añadió el catedrático de Economía.

Por su parte, el economista y profesor de la Escuela Graduada de Planificación de la UPR, Elías Gutiérrez, le recomendó al gobierno entrante de la isla que sea cauteloso en el gasto público y que no descarte continuar algunas de las políticas de austeridad comenzadas bajo la administración política saliente.

Como parte de su análisis, Gutiérrez comentó que la administración bajo el gobernador electo, Alejandro García Padilla, tendrá un gran reto a la hora de seleccionar a la nueva persona que asumirá las riendas del Banco Gubernamental de Fomento (BGF).

“La agenda inconclusa requiere esa calidad de nombramiento (para el BGF). Basta pensar en algunos de las tareas por acometer y completar en cuanto a la economía: sanear los fondos de pensiones de los empleados públicos; eliminar el déficit estructural del gobierno central; mejorar la clasificación crediticia del gobierno y sus corporaciones públicas; reformar el sistema tributario en favor del ahorro, la inversión productiva y la producción; reformar la estructura legal que hoy día imprime una rigidez intolerable al mercado laboral”, analizó Gutiérrez.

Igualmente, el veterano profesor de planificación realzó la importancia de redirigir el gasto público hacia la creación de proyectos que ayuden al país a desarrollar una economía vibrante que sea capaz de valerse más por su propia iniciativa y obras.

“Las prioridades que han regido sobre el gasto de gobierno durante los pasados cuarenta años se deben alterar radicalmente. Habrá que canalizar el gasto público hacia la reconstrucción de la plataforma de infraestructura para sostener un despegue suficientemente fuerte de la actividad productiva para que adquiera sustentabilidad propia”, puntualizó Gutiérrez.