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ALBUQUERQUE, New Mexico, EE.UU. (AP) — Las empresas tradicionales de electricidad han entrado en el mercado de la energía solar a pequeña escala y compiten por un espacio en su tejado.
La competencia en este sector más pequeño crece mientras grandes empresas e instaladores pequeños luchan por hacerse un hueco en el sistema de energía estadounidense del futuro. Aunque el mercado de energía solar en viviendas particulares sigue siendo apenas una gota en el océano para una gran eléctrica, la instalación de paneles solares en general creció más de un 50% en 2014 y va camino de otro año récord, mientras el negocio tradicional de la energía se mantiene bastante plano.
“Toda la teoría es que tienes que servir a tu cliente o alguien lo hará por ti”, señaló Raiford Smith, vicepresidente de CPS Energy en San Antonio, Texas, donde 3.000 clientes están interesados en instalar paneles solares propiedad de compañías eléctricas. “Creo que todo el mercado está en una carrera por el tejado”.
Estas estrategias podrían tener diferentes consecuencias para los clientes. Las grandes empresas que experimentan en Arizona, Georgia, Michigan y Texas podrían hacer la energía solar más asequible para el cliente medio al agilizar la competencia y reducir los precios. Algunos programas podrían beneficiar a la gente que no puede permitirse grandes inversiones por adelantado, conseguir préstamos baratos o que ven demasiado engorrosos los sistemas actuales de arrendamiento de los paneles.
Las empresas más pequeñas temen que las grandes eléctricas utilicen su fuerza para expulsar a los competidores del mercado. Después de todo, cada vez que un instalador coloca paneles solares en una casa, una empresa eléctrica vende menos energía y gana menos dinero.
Estos programas experimentales forman parte de una agria y larga batalla entre la industria de la energía solar y las eléctricas. Desde 2013, casi dos docenas de estados han introducido leyes para limitar los paneles solares en tejados.
Algunas eléctricas, como NV Energy en nevada y PNM en New Mexico han planteado cobrar a los clientes de energía solar una tarifa especial, ya que siguen comprando energía de la red tradicional pero terminan pagando menos dinero para financiar la infraestructura común. Incluso una pequeña cuota podría tener consecuencias importantes, dado que la decisión financiera sobre si instalar los paneles solares puede estar muy ajustada para muchos consumidores.
Los paneles solares siguen siendo caros, por lo menos al principio.
Por ejemplo, Gregg Dufort quería instalar paneles en su vivienda de Phoenix, pero no podía justificar gastarse 25.000 dólares en una inversión que estimaba empezaría a compensar en 20 años o más. Consideró alquilar los paneles, pero le pareció que sería difícil poner fin a los contratos de varios años si terminaba vendiendo o alquilando la propiedad.
En cambio, se convirtió en el primer cliente este año que alquila parte de su tejado a Arizona Public Service Co., que instaló todo el equipo y asumió los costes. APS paga a Dufort 360 dólares en créditos anuales en sus facturas de la luz.
Los reguladores de Arizona pusieron un límite de 1.500 viviendas a este programa piloto. Por ahora se han sumado varias docenas de casas. Las instalaciones en otras 500 casas están en marcha o comenzarán pronto.
“Alguien tenía que encontrar una forma de hacerlo, porque teníamos toda esta fuente de energía desaprovechada”, comentó Dufort. “Y la parte prohibitiva es el coste”.
El director de energías renovables de APS, Marc Romito, explicó que la empresa utiliza el programa para probar nuevos equipos, baterías y sistemas de distribución.
Las voces críticas acusan a la compañía de trampear el sistema al infravalorar la energía solar, lo que baja los precios y complica que sus rivales puedan competir. En general, APS asume menos riesgos que sus competidores porque los reguladores garantizan al monopolio beneficios en todas sus inversiones, incluidos los paneles solares.
Georgia Power, filial de Southern Co., comenzó en Julio a ayudar a sus clientes interesados en energía solar a analizar su consumo eléctrico. Un sitio web de la firma redirige a los clientes a varios instaladores, incluido uno gestionado por una rama de la propia Georgia Power, no sujeta al regulador.
Los reguladores vigilarán si Georgia Power utiliza las ventajas de su monopolio en el mercado eléctrico —por ejemplo, las bases de datos de clientes, el presupuesto publicitario o su personal— para subvencionar su emprendimiento comercial en el sector. Por ahora no se han presentado demandas formales.
En Michigan, Consumers Energy pide cobrar una cuota de gestión cada vez que pone en contacto con éxito a un instalador solar con un cliente. También ofrece financiamiento para proyectos solares a través de un banco especializado en préstamos para reformas domésticas.
Bradley Klein, abogado del Environmental Law and Policy Center, dijo que debería haber una forma en la que los clientes de Consumers Energy puedan compartir sus datos de consumo eléctrico con cualquier instalador solar, y no sólo con los seleccionados por la empresa para participar en su programa.
“Conforme se abren estos mercados, queremos asegurarnos de que hay una competencia justa y plena y no hay un campo de juego desigual”, señaló.