|
Torres sostuvo que el único motivo detrás de la contratación fue para mejorar el servicio en el Cesco de mayor tráfico de Puerto Rico y no para recompensar a una persona allegada a su familia. / Foto por: david.villafane@gfrmedia.com |
El Nuevo Dia
El empresario y donante del Partido Popular Democrático (PPD), Agustín Crespo Rivera, comenzó a negociar el contrato de alquiler del Centro de Servicios al Conductor (Cesco) Metropolitano en Carolina mucho antes de ser el dueño del local que pretendía arrendar, según consta del contrato de compraventa que este empresario suscribió con un ejecutivo dominicano y según confirmó el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP).
El contrato de compraventa entre Crespo Rivera y el ejecutivo dominicano José Ignacio Acero Ruiz, que representa la empresa Metalex Recycling, LLC., y que está en poder de El Nuevo Día establece que la venta del local se efectuó el 3 de marzo de 2014 por $2.4 millones, pero que serían ajustables a $1.8 millones si el donante del PPD salda esta cantidad en los próximos 24 meses a partir de la fecha de venta.
Esta suma es similar a la penalidad por cancelación del contrato del DTOP con Educon Management Corp.
¿La cláusula de penalidad de $1.8 millones se hizo para permitirle a Agustín Crespo que saldara la compra del edificio que luego le alquiló al DTOP?, preguntó este diario.
“El DTOP no tiene injerencia en los asuntos corporativos de Educon”, respondió de inmediato el secretario de la agencia Miguel Torres Díaz, luego de indicar en una entrevista ayer con este diario que la negociación con Crespo Rivera comenzó en el 2013.
“No me acuerdo (cuando comenzó la negociación) pero tuvo que haber sido mucho antes del 29 de abril (de 2014). De esta pregunta me va a tener que excusar pero se la tratamos de contestar cuando tenga la contestación”, señaló Torres Díaz
¿Usted hizo este contrato de arrendamiento a la medida y para beneficio de Educon?, interrogó El Nuevo Día.
“La única razón por la cual se hizo esta transacción fue para mejorar el servicio en el Cesco de mayor tráfico de Puerto Rico, consolidando varias dependencias, generando eficiencias no solo operacionales, sino económicas. La transacción no se hizo para beneficiar a nadie que no fuera el servicio al ciudadano", declaró.
¿Cuál es el parentesco que usted tiene con el señor ‘Johnny’ Crespo?, indagó este diario.
“Ninguno”, señaló.
¿Ni sus padres?, se le preguntó.
“(Suelta un suspiro y guarda un breve silencio) Mire, le voy a decir algo: yo estoy aquí en carácter de Miguel Torres, el secretario de transportación. Ha sido traído, de una manera u otra, el asunto que realmente son relevantes a mi familia. Yo soy el secretario. Yo respondo por todo esto que está aquí. Los asuntos de mi familia y de mis padres, que son personas mayores, que realmente no tienen que pagar el precio de yo estar aquí… He venido aquí a contestar todas sus preguntas, pero tengo que tirar la raya cuando estamos hablando ya de mi familia, de mis padres quienes realmente no tienen nada que ver con esto y nunca han tenido nada que ver con lo que he hecho. Nosotros hemos hecho aquí un esfuerzo genuino de consolidación de unas facilidades que cumplen con todas las disposiciones de lo que dice la ley. No tan solo eso, que cumplimos en ahorrarle al País casi $500,000, que de ordinario hubiésemos tenido que pagar en arrendamiento. Y esa acción yo respondo por ella y nadie más”, respondió Torres Díaz.
¿Esa raya que hay que tirar y establecer incluye no revelar cuál es el parentesco que tenga el señor ‘Johnny’ Crespo con sus padres?, profundizó El Nuevo Día.
“Yo respondo por mí. Mis padres no tienen nada que ver con esto”, subrayó.
¿Esta otorgación del contrato, que es la inquietud que muchas personas tienen, se trata de una recompensa a una persona allegada a su familia?, se le cuestionó.
“No”, concluyó.