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Infobae.com
Bajo el título "Por qué me voy de Goldman Sachs", un ex ejecutivo de la banca de inversiones realiza un descargo a través de un duro artículo publicado en el diario estadounidense The New York Times. Greg Smith no se limita a describir el ambiente de uno de los pesos pesados de Wall Street como "tóxico y destructivo", lo acusa de referirse a sus clientes como "marionetas".
"Hoy es mi último día en Goldman Sachs. Luego de 12 años en esta firma (...), puedo decir que el ambiente es más tóxico y destructivo que nunca", comienza la poco convencional carta de renuncia.
Como jefe del negocio de derivados de renta variable del banco estadounidense en Europa, Oriente Medio y África, Smith asevera que los intereses de los clientes quedan relegados a un segundo plano. Además, dice que los propios directivos de la banca se refieren a los clientes como "marionetas".
"La firma ha virado tanto desde que entré en ella estando recién licenciado que ya no puedo decir con la conciencia tranquila que me siento identificado con lo que representa", continúa la carta de renuncia publicada en el medio estadounidense.
En este sentido, el ex directivo describe su experiencia personal en la firma y destaca que, en las reuniones sobre venta de derivados, no se dedicaba "ni un solo minuto" al análisis de cómo ayudar a los clientes del banco, sino a ver "cómo sacar el mayor dinero posible de ellos".
Las duras palabras de Smith fueron suficientes para influir negativamente sobre la evolución de las acciones del banco de inversión en la Bolsa de Nueva York, donde caían un 2,98 por ciento. Así, el valor de cada título se ubica en US$ 120,88.
Smith, que también iba a universidades para reclutar talentos para Goldman, comenta en su carta: "No podía decirles (a los estudiantes) que éste es un gran lugar para trabajar". Y agrega: "Ya no podía mirar a los ojos a los estudiantes". Para el ex ejecutivo, ése fue un momento clave para decidir su renuncia.
El impacto del artículo hizo que Goldman Sachs no tardara en emitir un comunicado en el que expresa su "desacuerdo" con las opiniones expresadas en él. Además, asegura que las acusaciones "no reflejan la forma" en la que gestionan su negocio y que el éxito de sus clientes es la prioridad.
En 2008, Goldman fue una las corporaciones rescatadas con los impuestos de los contribuyentes estadounidenses. La firma recibió US$ 10 mil millones del plan de rescate financiero.