3 de enero de 2019
Bloomberg
Las compañías que venden café tuvieron un gran año, pero no fue tan bueno para los productores que las abastecen. Eso podría empezar a cambiar en 2019.
Los precios históricamente bajos de los granos de café en 2018 probablemente reduzcan los incentivos para que los productores aumenten la oferta, dijo Rodrigo Costa, director de café en Estados Unidos de la compañía brasileña de comercio internacional Comexim.
Esto podría significar un próximo aumento repentino, sostienen los analistas, en tanto movimientos importantes dentro de la industria prometen impulsar el consumo en todo el mundo.
Coca-Cola, por ejemplo, gastó US$5.000 millones en 2018 para ingresar al espacio del java. Entretanto, Nestlé SA realizó su tercera transacción en magnitud en 152 años cuando acordó pagar US$7.150 millones por el derecho a comercializar productos de Starbucks Corp., que ahora se está expandiendo en China a un ritmo de una tienda nueva cada 15 horas conforme la demanda en la segunda mayor economía del mundo está en auge.
"No todos los que conforman la cadena pueden ganar al mismo tiempo", dijo Lucio Días, director comercial de Cooxupe, la cooperativa de productores de café más grande del mundo, en entrevista telefónica desde Guaxupe, Brasil.
"Ahora es el momento de la industria". Este año, dicen él y otros, los productores podrían obtener una parte más grande del pastel. Se pronostica que los futuros de café promediarán US$1,24 la libra (453 gramos) en 2019, según la estimación media de ocho analistas encuestados por Bloomberg.
Esa cifra supera la de US$1,15 por libra del año pasado, que está por debajo del precio promedio de las últimas cinco décadas. Esto tendrá lugar en tanto el consumo ha aumentado un promedio de 3,6 millones de sacos anuales desde la temporada 2014-15, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por la sigla en inglés).
La situación fue difícil para los productores en 2018. Los precios de los granos de café arábiga, el tipo que prefiere Starbucks, cayeron alrededor de un 20 por ciento en 2018 en Nueva York, tocando el nivel más bajo desde 2006.
El precio promedio anual que se pagó a los productores en Brasil fue el más bajo en cuatro años en moneda local. Ello se debió a que el aumento de la demanda fue compensado con creces por un aumento en la oferta de café encabezado por el país sudamericano luego de que una ola de inversiones en plantas, fertilizantes y mejoras en las técnicas de cultivo en los últimos cinco años se sumó a condiciones meteorológicas casi perfectas en 2018.
Se calcula que la producción mundial de café en la temporada actual alcanzará un récord de 174,5 millones de sacos, 15,6 millones más que el año anterior, lo que también refleja aumentos de producción en Colombia y Vietnam, dijo el USDA el 14 de diciembre.
Se prevé que las existencias de final de temporada aumentaran un cuarto, llegando al nivel más alto en cuatro años.
El exceso de oferta favoreció al extremo del consumidor del sector más que a los productores. En 2018, los precios minoristas de café tostado en EE.UU. aumentaron a un promedio de 3,8 veces el precio de los futuros del producto primario en Nueva York, el nivel más alto desde 2013.