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Y no es un detergente cualquiera. Los delincuentes eligen la marca Tide, considerada la mejor del mercado.

 

Las autoridades están tan sorprendidas que no entienden lo que está pasando. Sólo saben que el detergente ha aparecido, esporádicamente, en manos de algunos narcotraficantes, pero no han logrado determinar si lo usan como ingrediente en una nueva droga artificial o, como sugieren algunos agentes, como moneda de cambio para la venta y compra de drogas. Los botellones se venden al público por unos 15 dólares, pero los ladrones los negocian en el mercado negro entre 5 y 9 dólares.

 

Los robos han sido detectados por todo el país, desde Nueva York hasta Oregon. El caso más desconcertante es el de Patrick Constanzo, arrestado hace dos semanas en West St. Paul, estado de Minnesota, y acusado de dedicarse al robo de botellones de Tide en los últimos 15 meses. Todo valorado en 25.000 dólares.

 

"Es un misterio por qué están robando sólo el Tide y no otro detergente", dijo a la prensa local el jefe de policía, Bud Shaver. "Me pregunto por qué el Tide y no otro tipo de detergente, algo coreano o de otra marca. Es desconcertante", agregó.

 

El lunes, las autoridades revelaron que durante una investigación reciente relacionada con el narcotráfico en el área metropolitana de Washington D.C., un agente encubierto se presentó en la residencia de un traficante para comprar cocaína, pero éste le ofreció botellones de Tide.

 

"El traficante dijo que no tenía drogas, pero ofreció venderle 15 botellas de Tide. Arriba, en el baño de la casa, encontramos 14 botellones del detergente. Pensamos que lo están usando para cambiarlo por drogas", señaló Harrison Sprague, el vocero de la policía del condado Prince George, en Maryland. Hasta ahora, la investigación se mantuvo dentro de los límites de un hurto de pequeñas dimensiones.

 

Sin embargo, el martes, el FBI y las autoridades de inmigración y protección de fronteras, revelaron que también están investigando el asunto, con lo cual este tipo de delito salta a un nivel nacional y, de cierto modo, más allá de las fronteras de los Estados Unidos.

 

 

Preocupación por la salud pública

 

Las autoridades no hablaron mucho al respecto. Más bien mantienen una discreción fuera de lo común, para las dimensiones de un simple robo de detergente. "Lo único que puedo hacer es confirmar que estamos trabajando en casos específicos, porque hay preocupaciones de salud y seguridad públicas", señaló el vocero de ICE, el departamento de inmigración y protección de aduanas, Brandon Montgomery.

 

Una frase suficientemente escueta para disparar las alarmas sobre las preocupaciones reales de las autoridades. La prensa local ha especulado que las investigaciones pudieran haber dado con un uso, hasta ahora desconocido, del detergente. Podría estar siendo utilizado en la fabricación de un nuevo tipo de droga sintética.

 

Los fabricantes del Tide tampoco tienen idea de lo que está sucediendo. Pero para ellos la explicación es menos compleja. "Somos líderes en el mercado desde que lanzamos el producto hace 65 años. La gente ha usado el Tide de generación en generación", declaró Sarah Pasquinucci, representante de la Procter&Gamble, la empresa que fabrica el detergente.

 

Y los supermercados y farmacias que lo venden lo están resguardando como si fuera oro. Están encerrando los botellones de Tide en anaqueles cerrados con un candado. "Es la única forma, lo ladrones entran, llenan los carritos y salen por la puerta, amenazando nuestra gente", reveló una administradora de la cadena farmacéutica CVS.