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  Por el libro
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El Nuevo Día

A partir del 30 de mayo, las acciones comunes autorizadas de Popular Inc. (Nasdaq:BPOP) se reducirán a una décima parte, ahora que sus propietarios aprobaron una partición revertida de acciones con la expectativa de fortalecer el precio de esa acción en Wall Street.

Popular informó la fecha de efectividad de la división inversa esta semana, luego de que más del 90% de sus accionistas avalara la conversión durante la reunión anual del principal conglomerado financiero.

La decisión reducirá el número de acciones comunes autorizadas de Popular, de unos 1,700 millones en la actualidad a 170 millones, consolidando en una acción cada 10 acciones en manos de los inversores. Como resultado de la partición revertida, no habrá acciones fraccionadas.

La acción de Popular ha apreciado un 25% en lo que va de año, pero en las pasadas 52 semanas, la acción se ha cotizado un promedio de $1.99, aún cuando la institución ha reportado cinco trimestres en positivo. En el primer trimestre de este año, Popular registró ingresos netos de $48 millones.

Cuando las acciones de ciertas empresas se cotizan por debajo de $5, muchos inversionistas institucionales no pueden invertir en éstas porque no lo permiten sus políticas de inversión y riesgo.

Por otra parte, durante la reunión anual de Popular Inc. los accionistas reeligieron por otros tres años a Richard L. Carrión, Alejandro Ballester y Carlos Unanue como directores de la institución financiera al tiempo que eligieron a David Goel como nuevo director en sustitución a Michael Masin, quien renunció a la posición en diciembre pasado.

Además, los accionistas confirmaron el plan de compensación de la cúpula ejecutiva del banco y a PricewaterhouseCoopers como auditor externo.

Mientras, la reelección de Carrión tuvo como telón de fondo la divulgación de al menos tres préstamos en problemas que fueron otorgados por el banco a su hermana y cuñado, a su sobrino y director del conglomerado, José R. Vizcarrondo, y el hermano de éste. Tales transacciones fueron reseñadas en principio por el servicio de noticias Bloomberg y aparecen en las divulgaciones hechas por Popular ante la Comisión de Intercambio y Valores (SEC, por sus siglas en inglés).

Según los documentos ante la SEC, en conjunto, los préstamos a familiares de Carrión habrían ocasionado unos $9.1 millones en pérdidas al Popular. Hasta marzo, las pérdidas anualizadas en préstamos fallidos totalizaban 2.13% del promedio de préstamos en cartera.

“Primero que todo, todos estos préstamos, al momento en que fueron hechos, fueron otorgados con el aval de la junta de directores. Ciertamente, yo no estaba involucrado en esa aprobación. Y fueron hechos bajo las mismas condiciones que existían al momento de la aprobación”, dijo Carrión en una conferencia telefónica en la que indicó se recobraría la deuda pendiente.

En el caso de la propiedad financiada por $1.35 millones a la hermana de Carrión y su esposo, la ejecución del inmueble comenzó el año pasado.

En tanto, un préstamo de $3.9 millones concedido al hermano del directivo Vizcarrondo supuso un ajuste de al menos $2 millones. El préstamo se otorgó para un proyecto de construcción que nunca se completó.

En el caso de Vizcarrondo, los financiamientos de unos $23 millones, representaron una pérdida de $8.6 millones. La tasa de interés de uno de los préstamos en incumplimiento era de un 4.5%.

Por otra parte, el director Manuel Morales Jr. incumplió con dos obligaciones ascendentes a $1.2 millones y logró que el banco reestructurara su deuda en un préstamo fijo a pagar en diez años.