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¿Cómo puede ser que empresas como Google o Amazon presenten unas ganancias de millones de euros pero facturen unos beneficios muy inferiores, incluso llegando a declararse en números rojos?
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha presentado su plan de reforma de la legislación internacional, compuesta de 15 medidas para combatir la «erosión de la base impositiva y la transferencia de beneficios».
Las grandes multinacionales han estado aprovechando los vacíos legales que existen en la normativa internacional respecto a la facturación de impuestos. La legislación internacional se diseñó con el fin de que aquellas empresas que operasen en más de un país no pagasen un doble impuesto y así fomentar el comercio. El problema surge cuando las grandes corporaciones generalizan la práctica de desviar beneficios a una filial de un país con impuestos bajos, comúnmente Irlanda, donde el impuesto de sociedades es de sólo el 12,5%.
Con la apertura de las tiendas «online», la ausencia de un establecimiento físico facilita desempeñar estos ejercicios de «evasión fiscal», pero perfectamente legales, ya que las empresas se pueden sujetar a la fiscalidad del país que mejor les convenga, surgiendo así los populares «paraísos fiscales».
«La erosión fiscal distorsiona la libre competencia porque los negocios que trabajan en estrategias transfronterizas cuentan con una ventaja competitiva frente a las empresas que sólo operan a nivel nacional», afirma el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
Este plan de medidas se centrará en tres ejes principales:
Una legislación internacional
Se designarán unas normas fiscales internacionales, desarrolladas para estrechar las brechas entre los sistemas fiscales de los distintos países, siempre respetando la soberanía de cada país. También se tomaránmedidas para neutralizar los desajustes híbridos y el arbitraje, así como reforzar la legislación nacional para proteger la base tributaria de los países y contrarrestar la pérdida de liquidez a favor de los paraísos fiscales mediante la limitación de la deducción de intereses.
El fin de las políticas «a la carta»
Tres de los 15 puntos se dedican a cerrar los lazos entre el país en el que se declaran los beneficios y el país en el que verdaderamente se lleva acabo el trabajo.
La transparencia
Pese a haber establecido un plazo de dos años para implementar estas medidas, la OCDE recalca que la reforma no será efectiva si no se cuenta con el compromiso de transparencia de todas las partes. Las empresas deberán presentar un informe «país a país» de sus actividades financieras y por su parte, los gobiernos deberán
Aún está por ver el impacto real de una reforma de tal calibre. Los beneficios netos de las empresas se verán directamente afectadas, con sus correspondientes consecuencias en la exportación/importación, así como el grado de implicación de cada país serán las claves para determinar la efectividad final de este proyecto.
Las 15 medidas de la OCDE
1 Hacer frente a los desafíos fiscales que presenta la era digital
2 Neutralizar los efectos de los desajustes híbridos
3 Fortalecer las normas para las «sociedades extranjeras controladas»
4 Limitar la erosión fiscal a través de deducciones de interés y otros pagos fiscales
5 Contrarrestar eficazmente prácticas de impuestos dañinas, tomando en cuenta la transparencia
6 Prevenir los abusos de tratados
7 Obligar a establecer una sede física
8, 9 y 10 Asegurarse de que los resultados de fijación de precios estén en línea con la creación de valor
11 Establecer una metodología para recoger y analizar datos sobre la evasión fiscal y las acciones necesarias para hacerlas frente
12 Obligar a los contribuyentes a revelar su arreglos de planificación fiscal
13 Volver a examinar la documentación de los precios de transferencia
14 Buscar mecanismos de solución de controversias más efectivos
15 Desarrollar tratados multilaterales