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La compañía nipona Oki Electric, fabricante de equipos de telecomunicaciones, ha explicado hoy a través de un comunicado que ha registrado irregularidades en la contabilidad de Oki Systems Ibérica, su filial en España, que podrían costarle a la empresa hasta 8.000 millones de yenes (unos 82,5 millones de euros).
Oki ha informado a la Bolsa de Tokio de que, debido a este incidente con su subsidiaria, no podrá presentar sus resultados trimestrales el 10 de agosto como estaba previsto, por lo que la autoridad del mercado japonés ha puesto a la compañía bajo supervisión. No presentar sus cuentas a tiempo, podría suponer la exclusión de Oki del mercado de valores.
La empresa nipona ya ha anunciado que los resultados correspondientes al ejercicio 2012, que en Japón termina en marzo del año que viene, se verán afectados por las irregularidades en la contabilidad de Oki Systems Ibérica (OSIB), que se dedica a la venta de impresoras y equipos de oficina.
Según la agencia Efe, la empresa montó en julio una comisión interna que ha revelado que "el director general de OSIB (de contratación local, y actualmente suspendido) había realizado una contabilidad irregular mediante el registro excesivo de deuda activa", es decir, la que se registra en las cuentas como ventas que deben ser cobradas.
Cinco Días ha intentado ponerse en contacto con la dirección de la filial española de Oki que por el momento no ha hecho declaraciones.
En la última sesión de la Bolsa de Tokio, antes de que se hiciera público el comunicado de Oki, los títulos de la empresa se revalorizaron un 2,5%.