9 de marzo de 2018
El Vocero
La reducción de Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU) a los alimentos procesados de una tasa actual de 11.5% a 7%, según propuesta por el gobernador Ricardo Rosselló, cobijará únicamente las transacciones realizadas mediante métodos electrónicos, lo cual podría levantar cuestionamientos de discrimen hacia los consumidores.
Así opinaron representantes del sector de alimentos procesados, quienes también anticiparon que la exclusión del beneficio a quienes realicen sus compras en efectivo podría perjudicar principalmente a los pequeños negocios, donde una parte considerable de sus ventas no se llevan a cabo con tarjetas, sean de débito o crédito.
En ese caso los más beneficiados serían los restaurantes que sirven a la mesa, donde el gasto en consumo es mayor y el pago se efectúa generalmente con tarjeta de crédito o débito.
De acuerdo con datos suministrados por la industria en enero de 2017, el 60% de los pagos se efectúa con algún método electrónico. Se reconoció entonces que todavía una cantidad importante de personas mayores de 65 años prefiere el pago en efectivo.
El presidente de la Asociación de Restaurantes (Asore), José Salvatella, dijo a EL VOCERO que ya conocía alguna información de la reforma contributiva y aceptó haber tenido conversaciones al respecto con Hacienda. Pero al ser abordado por este medio, comentó que no tenía detalles de a quién cobijaría la reducción en el IVU en cuanto a la venta de alimentos procesados.
Aunque mencionó que alrededor del 90% de sus restaurantes socios facilita a los consumidores algún método de pago electrónico, comentó que proponer que unas personas se beneficien y otras no de la reducción del IVU podría levantar algún señalamiento de discrimen.
Con esto coincidieron algunos dueños de restaurantes consultados, quienes prefirieron no hacer expresiones públicas y dejar que prevaleciera el análisis oficial de Asore, que en principio apoya la medida, aunque la predilección es que se elimine el impuesto.
El planteamiento general del gobierno con su propuesta, la cual fue recibida de manera positiva durante el mensaje de Rosselló ante la Legislatura el lunes pasado, es que al privilegiar con la reducción en el impuesto las transacciones electrónicas, esto se convierte en un mecanismo más efectivo para la fiscalización y atacar la evasión contributiva.
Incentivo para el que ayuda a Hacienda
Francisco Parés Alicea, secretario auxiliar de Rentas Internas del Departamento de Hacienda, habló ayer del detalle preliminar de la propuesta durante su comparecencia al almuerzo mensual de la Asociación de Exalumnos de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.
En su mensaje, Parés Alicea dijo que el incentivo contributivo es para aquellas personas que ayudan a Hacienda en la fiscalización y a su vez poco a poco contribuye a dejar atrás el método de pago en efectivo. “De esta manera, aquel consumidor que quiera ver su factura de consumo reducida en un 4.5%, tendrá que emitir su pago por cualquier método electrónico de débito o crédito. De lo contrario vendrá obligado a pagar el 11.5% del IVU”, sostuvo el funcionario.
De aprobarse la legislación que permite la reducción especial en el pago del IVU para alimentos procesados, tendrá un impacto de $90 millones menos en los recaudos de Hacienda.
Para que los establecimientos de comida preparada puedan ofrecer el descuento del IVU, se informó que uno de sus métodos de pago para los clientes tiene que ser electrónico. Por una ley previa, ya eso es un requisito y debe estar disponible en todos los comercios, restaurantes u oficinas de servicios en toda la Isla.
El establecimiento no puede poseer deuda contributiva con Hacienda o contar con un plan de pagos de la agencia, y debe haber radicado todas sus planillas. En cuanto a sus servicios, debe ofrecer igualdad a todos sus clientes, independientemente del método de pago.
“La reforma contributiva representa un documento de 300 páginas, que en su primera fase toca los alimentos preparados, pero va a seguir impactando a todos los sectores que cobran IVU, desde comerciantes hasta profesionales. Estamos implementando una reforma basada en estrategias tecnológicas que faciliten la fiscalización. De cara al futuro, queremos probar a la Junta Federal de Control Fiscal que estamos aumentando la captación”, sostuvo Parés Alicea.
Por su parte, Salvatella señaló que de aprobarse la medida como se menciona, tendría que estar acompañada de un fuerte proceso de orientación al consumidor, de manera que antes de llegar al restaurante seleccionado sepa cuál método electrónico debe utilizar si desea pagar el 7% del IVU y no el 11.5%.
“La asociación ha sido muy vocal en que los alimentos preparados no deben tributar, pero el lograrse aprobar una reducción inicial a un 7% es un paso en la dirección correcta”, expresó Salvatella. Indicó que la organización que preside siempre ha estado a la disposición de Hacienda para que se haga un proyecto piloto que permita la transferencia inmediata del IVU a la agencia, al momento de la transacción de pago.