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En lo que respecta a los alimentos, súper alimentos y suplementos nutricionales “orgánicos” que provienen de China, todo es una gran farsa. Por supuesto que no deja de ser mi opinión personal, pero estuve investigando bastante sobre el tema al estar a cargo de la toma de decisiones en lo referente a los nuevos productos de Natural News Store. Llegué a la conclusión de que lo “orgánico” que viene de China es una gran farsa. Les voy a contar por qué…

En primer lugar, se van a impactar cuando se enteren de que no existe un tope en la cantidad de mercurio, plomo, cadmio, arsénico y aluminio permitida en los productos “orgánicos”.

Es un hecho: las normas orgánicas contempladas por el Departamento de Agricultura de EE. UU. no establecen ningún límite en los niveles de contaminación de metales pesados en los alimentos orgánicos certificados. Aún más, no existe ningún límite en la contaminación de bisfenilos policlorados (PCBs), bisfenol A (BPA) y otros químicos contenidos en los alimentos, súper alimentos y suplementos orgánicos certificados.

A esta instancia, seguramente estén disintiendo con la cabeza a modo de desconfianza y pensando: “No, no puede ser cierto. Las normas orgánicas tienen que contemplar un control de los metales pesados y la contaminación química, ¿no?”

¡No! “Orgánico” certifica el proceso mediante el cual se cosechan y producen los alimentos. Certifica que los productores agrícolas no agreguen pesticidas, herbicidas, fertilizantes a base de petróleo, metales o químicos sintéticos a la cosecha (entre otros agregados), y certifica que el suelo no tenga tales agregados por un determinado número de años previos a la certificación orgánica.

No obstante, la certificación orgánica no aborda en absoluto las fuentes de contaminación ambiental, como las chemtrails (estelas químicas de aviones), el agua de irrigación contaminada y los desechos de fábricas químicas o industriales en zonas aledañas. Es posible que un productor agrícola certificado utilice el agua contaminada en sus cosechas y, sin embargo, etiquete sus productos como “orgánicos”.

Por esta razón: el medio ambiente en que se producen los alimentos orgánicos es crítico para la higiene del producto final.

La producción agrícola en un entorno higiénico produce alimentos orgánicos higiénicos. Sin embargo, la producción orgánica en un entorno contaminado produce alimentos orgánicos contaminados. Y China es una de las fosas químicas más contaminadas del planeta. La imagen de la derecha muestra algunas escenas de China, un país que se está asfixiando por la pesadilla de la polución.

Mientras observan las imágenes, pregúntense: ¿ingerirían alimentos cosechados en esos lugares? ¿Aunque los vendiese Whole Foods y tuviesen la etiqueta: “orgánico”?

China es una pesadilla ecológica

China es una nación que prácticamente no está sujeta a ninguna regulación ambiental. Cualquier cosa está permitida en China, hasta verter mercurio en los ríos, rociar aguas cloacales en las cosechas, producir químicos industriales y liberar los residuos al aire por chimeneas. En China, muchos ríos están tan contaminados que de tanto en tanto se prenden fuego y se queman. 

La situación es tan nociva que a un funcionario ambiental chino le ofrecieron más de US$ 30.000 por nadar 20 minutos en un río local.

RECHAZÓ la oferta. ¿Por qué? Porque ese río está tan contaminado que nadar ahí podría causarle la muerte.

Es este tipo de agua el que a menudo se utiliza en la producción de alimentos y súper alimentos chinos. Entonces, por más de que el productor agrícola cumpla con las normas de los procesos orgánicos, es posible que esté utilizando agua de irrigación altamente contaminada con metales, químicos e, incluso, residuos de pesticidas. Es posible que esté rociando fármacos hormonales en las cosechas porque hay una planta farmacéutica río arriba.

Esto es lo funesto: en un país que prácticamente no está regulado por leyes ambientales, la producción de alimentos “orgánicos” es un gran fraude, ya que las fuentes ambientales que contaminan los alimentos o súper alimentos se producen allí.

Sin embargo, hay algunas excepciones. Los Goji (frutos rojos) se cosechan a una gran altitud, lejos de la polución de las ciudades y ríos chinos. Los Goji que provienen de China generalmente son muy sanos y tienen niveles de contaminación muy bajos. No cabe duda de que hay otras excepciones a la regla, pero la dificultad recae en saber qué productos chinos son confiables y cuáles no.

En EE. UU., lo “orgánico” es legítimo, precisamente porque Estados Unidos está sujeto a normas ambientales más rigurosas. Orgánico significa que los alimentos sean higiénicos, estén producidos de forma responsable y estén menos contaminados que los alimentos convencionales. Lo mismo sucede en Europa, donde las normas orgánicas también son rigurosas. No obstante, en China, “orgánico” a menudo es sinónimo de chiste. Casi una farsa, en mi opinión.

Y los estudios de laboratorio lo comprueban. Por ejemplo, acabamos de publicar un artículo de investigación sobre la clorela, que demuestra que la clorela “orgánica” de China está contaminada con un nivel de aluminio casi diez veces mayor al de la clorela “orgánica” de Taiwán. Y, de hecho, la clorela más sana que encontramos en términos de contaminación de metales es la que se produce en Corea y no es orgánica.

China es una nación que carece de ética

Recuerden, también, que China se encuentra bajo un régimen comunista. Es un país en donde la religión ha sido prohibida y en donde a las personas no se les enseña sobre ética y moral. No tienen sentido de la moralidad. En toda China, la mayor parte de la población cree que la mejor forma de progresar es ENGAÑANDO, mintiendo y robando, incluso aunque eso signifique dañar a alguien más en el proceso. 

Recuerden, China es el país en el que ponen melamina en la leche infantil sabiendo que matará a los niños pequeños. China es el país en donde la pintura de los juguetes para niños contiene niveles descomunales de plomo que pueden causar daño cerebral. China es el país de los que toman atajos y harían cualquier cosa por abaratar el costo de un producto siempre y cuando puedan disimularlo y engañar al comprador. Es por esto que durante décadas la frase “Hecho en China” ha sido sinónimo de “muy mala calidad”.

Aquí va un comentario que le interesará a quienes tienen mascotas: si compras bocadillos para mascotas hechos en China, estás asesinando a tu mascota con los químicos más dañinos que puedas imaginarte. Lo que se utiliza para producir algunos bocadillos para mascotas en China es altamente toxico y produce cáncer. Este es uno de los principales factores detrás del alarmante incremento en el número de perros y gatos que sufren cáncer en América del Norte.

Por cierto, esto no es información de segunda: viví en Asia durante dos años y viajé extensamente por toda la región. Hablo mandarín (chino) bastante bien y he interactuado con muchísimas personas de China, Hong Kong y Taiwán. Puedo contarles que Taiwán es un país con más honestidad, integridad y calidad que China. En Taiwán se permite la religión y se practica abiertamente (principalmente el Budismo). En Taiwán hay un sentimiento de responsabilidad para con los clientes. Tienen la filosofía de esforzarse en pos de la calidad. Taiwán es a China lo que fue la Revolución Americana al Imperio Británico. Taiwán es una isla nación de emprendedores trabajadores, creativos e innovadores. Cuando tengo que importar productos de Asia, siempre intento encontrarlos en Taiwán primero porque sé que Taiwán es sinónimo de calidad.

Pero en China ocurre exactamente lo opuesto: no hay un sentimiento de responsabilidad para con los clientes. La filosofía predominante consiste en timar al cliente incluso en la primera compra, ¡sabiendo que el cliente no les volverá a comprar! En China, la idea es ENGAÑAR a las personas en lugar de hacerlas felices. Se ve esto incluso hasta arriba en las esferas del gobierno que es, por supuesto, un régimen comunista de Estado policial en donde las leyes son impuestas a punta de pistola contra una población completamente desarmada e indefensa que carece de derechos. China es una cultura de corrupción, engaño y explotación.

Ahora bien, por supuesto que hay personas en China que se revelan contra todo esto. Hay excepciones a la regla e incluso puede llegar a haber algún productor de alimentos orgánicos honesto en China que se opone a esta tendencia. No todos los chinos son malas personas. Muchos desean derrocar el gobierno corrupto y reinstaurar la libertad y la justicia en el país. Pero como todos ellos se encuentran desarmados (China no posee una Carta de Derechos), están indefensos frente a un gobierno dictatorial. Son esclavos del sistema.

La marca Health Ranger Select PROHIBE todos los alimentos, súper alimentos e ingredientes provenientes de China, con excepción de los frutos rojos goji

Hace meses tomé la decisión de prohibir que todo lo que sea producido en China lleve mi propia etiqueta, con excepción de los frutos rojos goji. Si un alimento, súper alimento o suplemento lleva mi nombre, no utilizaré ingredientes provenientes de China a menos que yo sepa y pueda VERIFICAR la higiene del producto final.

Así que si ven la marca “Health Ranger Select” o la marca “Storable Organics”, sepan que los productos son higiénicos y que han sido cuidadosamente seleccionados.

Algunos ingredientes son seleccionados en Estados Unidos, países de Europa, Perú e incluso Tailandia. México también produce algunos ingredientes aceptables. Pero China presenta una gran señal de alerta. Simplemente no puedo confiar en que la mayoría de los alimentos, súper alimentos o suplementos provenientes de China sean consistentemente higiénicos y honestos.

China es el tipo de país en el que ordenas una muestra de materia prima –por ej.: jugo en polvo de granada– y la primera tanda que recibes es realmente higiénica y pasa todas las pruebas de laboratorio. Entonces ordenas 5.000 kg del producto y cuando llega, está todo lleno de plomo y pesticidas.

Las hierbas medicinales de China están notablemente contaminadas con plomo. Lo mismo ocurre con el té verde y muchos otros ingredientes que absorben naturalmente los metales pesados.

Para que sepan, muchos productos en Whole Foods son cultivados en China pero certificados como “orgánicos”. ¡Qué chiste!

Dado que China casi no está sujeta a ninguna regulación ambiental, la mera idea de que algo cultivado en China pueda ser certificado como “orgánico” es absurda. Sin un ambiente limpio, no se pueden producir alimentos higiénicos. Incluso aunque se cumplan los estándares de cultivo orgánico.

Entonces, ¿por qué tantos productores y compañías de alimentos en los Estados Unidos aún compran ingredientes provenientes de China? Porque son BARATOS.

Comprar productos de China proporciona una mayor ganancia

He aquí el pequeño y sucio secreto de la industria de los productos naturales… Y sí, “sucio” es bastante literal en este caso: ¡la materia prima china es barata! En general, la materia prima de China (alimentos, súper alimentos, suplementos) representa aproximadamente ¼ del costo de las materias producidas en América del Norte y Europa.

Esto significa que si compras ingredientes chinos para fabricar tu producto, obtendrás mucha más ganancia en el mercado. Para aquellos que venden a través de Whole Foods –cuyas góndolas están abarrotadas con ingredientes provenientes de China– ese margen de ganancia es fundamental para la supervivencia económica.

Si usted adquiere un súper alimento en polvo en Whole Foods y paga u$s50 a precio minorista, el costo real de los ingredientes empleado en esa lata de súper alimento es a menudo de sólo u$s5. Por este motivo, conseguir esas materias primas de China es crucial para obtener los márgenes de ganancia. Whole Foods podría pagarle a su compañía solamente alrededor de u$s22 por un producto que comercializa a u$s50, entonces su compañía debe comprar las materias primas, pagar el transporte, el seguro, el embalaje, las formulaciones y todo lo demás y aun así obtener ganancia para mantenerse competitivos. Es por eso que se recurre a los productos chinos. Usted diseña una etiqueta bonita, consigue que le agreguen la frase “orgánico certificado” junto con un logo de USDA y lo vende a Whole Foods, lo que agrega otra cuota de legitimidad al producto.

Sin embargo, dentro de la botella podría haber mercurio escondido, o residuos farmacéuticos, o residuos de pesticidas, o cualquier otra cosa, inclusive melamina.

Ahora bien, es obvio que Whole Foods implementa un cierto nivel de control de calidad, y requiere certificación para los productos con los que trabajan, pero China es experto en falsificar estos documentos y engañar a los importadores, formuladores y fabricantes.

En China, el concepto de falsificar un documento de análisis de laboratorio no es algo relevante; redactar documentos falsos es parte de la rutina. Es necesario entender la filosofía de esas personas que viven sin códigos de ética, sobreviviendo en un Estado policial y régimen comunista. No existe la ética, ni los valores, ni brújula moral. En China no existe diferencia entre falsificar un informe de laboratorio y plantar semillas, ambos son sólo un paso más para ganar dinero. No hay diferencia moral a su criterio entre ser honestos o mentir. Se trata de una filosofía de moralidad “relativista”.

No estoy diciendo que todos los habitantes de China sean mentirosos y embusteros, pero muchos sí lo son. Cualquiera que haya vivido allí por un determinado período de tiempo sabe exactamente a lo que me refiero. Es un país donde los fabricantes embaucadores recubren las semillas de sésamo blancas con tinta negra tóxica para venderlas con el nombre de “semillas de sésamo negras”. Es un país donde los productores de fórmulas para lactantes les agregan melamina, lo que produce un efecto devastador en los riñones, e incluso causa la muerte de cientos de bebés, para ganar unos pocos centavos extra por libra. NO LES IMPORTA NADA DE ESTO. China es una nación que no sólo abandonó la moralidad sino que además la atacó. Es un país donde un gobierno extremadamente opresor y dictatorial arresta y arroja a la prisión a los integrantes de Falun Gong, un grupo que promueve la meditación y practica ejercicios tipo yoga.

Las culturas son diferentes en todas partes del mundo. ¿Usted quiere rodearse de personas verdaderamente agradables, inteligentes y honestas? Busque amigos holandeses. Ellos son los muchachos más decentes, éticos y educados que conocerá.

¿Quiere rodearse de cumplidores de normas sumamente innovadores? Busque amigos alemanes. Ellos respetan las reglas, son inteligentes e innovadores por sobre todas las cosas. Poseen mentes brillantes. Algunos de los más grandes científicos de la historia surgieron de Berlín.

¿Quiere hacer amigos extremadamente creativos? Esos son los estadounidenses. Ellos produjeron las mejores películas, compusieron la mejor música (junto con grandes músicos británicos) y diseñaron gran parte del software de computadoras del planeta. Los estadounidenses son rebeldes. Rompen las reglas y forjan un nuevo camino. EE. UU. es una nación fundada en la rebelión.

Pero si lo que busca es gente que apuñala por la espalda en un acuerdo comercial, debe buscar en China. Allí conocerá a los tramposos y mentirosos más deshonestos que probablemente conozca en toda su vida, exceptuando al “Príncipe Nubula” de Nigeria, cuyos e-mails prometen un millón de dólares si antes le envía U$S 5.000.

Por qué no va a escuchar esta verdad en otro lugar

Sé que decir la verdad no cae bien y es políticamente incorrecto, pero no estoy interesado en ganar un concurso de popularidad. Lo que estoy haciendo aquí es sencillamente contar la verdad que muchos temen contar: la idea de que algún alimento “orgánico” provenga de China es una alarmante contradicción.

Los estándares orgánicos presentan una enorme diferencia en el hecho de que no exigen que los alimentos estén exentos de mercurio u otros contaminantes. Por lo general, “orgánico” es un maravilloso parámetro y yo soy un férreo defensor de todo lo que sea orgánico, pero cuando un producto proveniente de China contiene la etiqueta “USDA organic”, hay que cuestionarse si es limpio, aunque sea orgánico.

Puede que lo sea, pero no se sabrá hasta que no sea testeado. Si lo “orgánico” viene de EE. UU.,  se puede suponer que está limpio, pero si viene de China, se debe suponer que está contaminado, a menos que se demuestre lo contrario. 

En mi opinión, los productos orgánicos de China seguirán siendo un fraude hasta que se implementen parámetros ambientales verdaderamente estrictos. Hoy en día es un engaño. Uno puede engañarse y decir: “Es orgánico, por lo tanto no está contaminado”, pero estará ingiriendo mercurio, plomo, pesticidas y otros químicos sintéticos en cantidades considerables.

Los exámenes de laboratorio confirman todo lo que estoy diciendo aquí. Este es el pequeño y sucio secreto que esconde la industria de alimentos orgánicos y que nadie quiere comentar.

La pesadilla ecológica de China

¿Cuán contaminado está el medioambiente de China? Como mencioné anteriormente, la situación es tan mala que hace poco le ofrecieron a un funcionario de medioambiente chino U$S 30.000 para que nadara durante 20 minutos en un río local. Rechazó la oferta, como cualquier persona en su sano juicio.

¿Son estos los mismos ríos que están siendo usados para producir cultivos “orgánicos” en China? Hay que hacerse esta pregunta. Un río puede estar tan inundado de vertidos de fábricas y de polución química que incluso las bacterias luchan por sobrevivir en él; y sin embargo, legalmente se puede usar esta agua para regar los cultivos que luego se exportan a América como “orgánicos”.

Si usted compra alimentos “orgánicos”, súper alimentos o suplementos cultivados en China, tiene que saber sobre esto.

Tal como informa el Guardian:

“Un reciente estudio gubernamental descubrió que el agua subterránea del 90% de las ciudades chinas está contaminada, en su mayoría, severamente. El Ministerio de Recursos Hídricos de China dijo el año pasado que el 40% de los ríos del país están “severamente contaminados”, y un informe oficial del verano pasado descubrió que unos 200 millones de chinos de las zonas rurales no tienen acceso a agua potable”.

Esta es otra historia también, pero de paso puedo decirles con un 100% de certeza que China se dirige a un colapso ambiental. El país se contaminó al punto que ya superó ampliamente el límite para una vida sostenible a largo plazo. Los niños nacen como mutantes. Ningún pez puede vivir en los ríos. Los suelos están acumulando niveles obscenos de contaminantes y son tan tóxicos que están afectando a los campos de cultivos. El aire de las ciudades está tan lleno de polución que el mero acto de respirar causa cáncer. Y encima de eso, la política de un solo hijo en China trajo como resultado un masivo generocidio en el que las bebas son rutinariamente –y sí, realmente quiero decir RUTINARIAMENTE– asesinadas, ahogadas, sofocadas, etc. porque la familia quiere un hijo, no una hija.

En su búsqueda de poder económico, China se envenenó hasta la muerte, y ahora es solo cuestión de tiempo hasta que la nación colapse en una cloaca de toxicidad y mentiras. El “boom” económico de China está por acabar, y a eso le seguirá una implosión ecológica tan enorme y repugnante que el mundo quedará absolutamente horrorizado. Recuerden: China es tan corrupta que no evitará que las fábricas arrojen desechos tóxicos en las aguas subterráneas. En vez de reconocer la fuente de la contaminación, los funcionarios chinos simplemente aceptan sobornos y la encubren. La corrupción en China está tan profundamente arraigada que la honestidad y la responsabilidad nunca pueden superar al engaño.

Con algunas excepciones, cuando uno compra alimentos cultivados en China, está comprando alimentos producidos en el ambiente más tóxico del planeta Tierra, cultivados por algunos de los mentirosos más engañosos y corruptos del mundo, gobernados por uno de los regímenes más dictatoriales y tiránicos que la historia haya conocido. Eso sería en términos resumidos.

Básicamente, China tiene en sus manos una crisis ecológica terminal, agravada por un régimen comunista dictatorial y eternamente corrupto que oprime la libertad y proscribe la religión al tiempo que fuerza a las familias a matar a sus propias hijas con sus mandatos de control de la población.

En resumen, China sufre de:

-Una pesadilla ecológica

-Un abandono casi completo de la moral y la integridad

-Un sistema político estatal comunista y corrupto que obliga al pueblo a asesinar bebés

¿Seguro que quieres meter todo eso en tu cuerpo?

Este artículo fue originalmente publicado en http://www.naturalnews.com y es republicado con permiso.

Traducido al español por Florencia Albertelli, Laura Parisi y Sofía Siro.