El Vocero
La reciente degradación del crédito del país tocará, en mayor o menor grado, todos los sectores económicos del país.
Rafael Blanco, Comisionado de Instituciones Financieras, aseguró que, aunque este evento se anticipaba y la banca había tomado las medidas preventivas, el efecto se va hacer sentir. “Ante una economía reducida, los depósitos y préstamos se ven afectados. Por ello, la banca se perjudica y deja de realizar actividades productivas, como prestar, lo que resulta en una contracción económica”.
Agregó que otro efecto se reflejaría en la capacidad de pago de los deudores, lo que pudiese disparar la delincuencia en la cartera de préstamos. En torno a las tasas de interés, sostuvo que no necesariamente se afectan, ya que están a la merced de la Reserva Federal. “Esta degradación es como un huracán que pasa por la Isla, pero sin los beneficios de FEMA”.
Mientras, para José Rafael Fernández, presidente y principal ejecutivo de Oriental, “ante la degradación, nuestra institución no tiene que cambiar los servicios que ofrece. No tiene que hacer ajustes desde el punto de vista operacional porque nosotros operamos el banco de una manera muy prudente, conservadora y estamos siempre atentos al país”.
Aunque mantiene precaución ante la debilitada economía, los desafíos que enfrenta Puerto Rico no son algo nuevo para Oriental. Ya que –según Fernández- “desde 2006 estamos operando en un ambiente de recesión y somos el único banco que lo ha hecho de una manera muy excelente. Hemos sido muy prudentes en la manera que asumimos los riesgos”.
Por su parte, Waleska Rivera, presidenta de la Asociación de Industriales de Puerto Rico, sostuvo que ante el nefasto anuncio de degradación es indispensable que “enfilemos nuestros esfuerzos a implementar urgentemente medidas tácticas que reviertan el patrón de achicamiento de la economía al cual nos estamos enfrentando. Esta degradación es mala para todos por el efecto multiplicador que tiene en toda la economía”
Agregó que “los problemas son el resultado de políticas de desarrollo económico y fiscales que datan de 1969 y que continúan en vigor sin cambios fundamentales. Otros son producto de legislación que, en lugar de responder a los intereses del país, responden a presiones político-partidistas. Error que no podemos permitir ocurra nuevamente”.
Mencionó, además, que lo importante ahora es cómo hacemos que esta economía pueda volver a crecer. “Hay que superar el momento con acciones concretas que sean sensibles, justas y equitativas. Nuestros esfuerzos tienen que estar enfocados en desarrollo económico para poder crear los empleos de valor que el país necesita”.
Asimismo, Ricardo García, director gerencial de Chrysler Group, sostuvo que la degradación lo que provoca en la industria de autos es que achica el mercado de ventas. Ello implica que para crecer hay que quitarle a otro. “Como todo negocio genera el tener que aguantarse en muchas cosas para poder operar y mantenerse. Ante un mercado no creciente, la competencia se agudiza y todas las estrategias se tienen que repensar. Para subsistir hay que ofrecer la mejor alternativa, los mejores precios y el mejor servicio”.
En un sentido muy similar se expresó Gilberto Arvelo (Dr Shoper), quien entiende que la gente está asustada y como no entienden de qué se trata, se aguantan, lo que reduce el consumo inmediato”. Hay que seguir viviendo aunque un poco más conservador. Ya tocamos fondo, ahora hay que resurgir. Desde antes de ser chatarra se había aguantado el consumo porque la economía estaba contraída. Si se aguanta el consumo, se aguanta la economía, lo que repercute en una merma en los recaudos del IVU”.
En el sector de la construcción, la mayor repercusión se proyecta en la merma de las posibilidades de tomar prestado, por lo que se estima que tendrán que continuar desarrollando con su capital privado, incrementando el nivel de riesgo.