En dos ocasiones encontre un alambrito de esponja de metal en mi comida, en una fue en un dulce de reposteria y en otro en un restaurante comiendo un mofongo, en ambos me percato, cuanto estoy masticando y logre sacarlos de mi boca, en ambas ocasiones les mostre el alambre al personal de los establecimientos, para q tuviesen mas cuidado con las esponjas. Me dio mucho asco y temor si ese alambre lo hubiese tragado, desde entonces trato en lo minimo de comer fuera...